Enfermeros españoles en Lisboa (1592-1598).

miércoles, 10 de marzo de 2010


Antonio Claret García Martínez.
Universidad de Huelva


Felipe II lleva a cabo la reforma de los hospitales reales portugueses.

La incorporación del reino de Portugal a la Corona castellana en 1581 abrió un período de relaciones difíciles y no exentas de enfrentamientos y rivalidades. Felipe II, al igual que hizo en sus dominios castellanos, puso en marcha la reforma de los hospitales reales de Portugal, encomendando a Bernardino de Obregón (enfermero burgalés fundador de la Mínima Congregación de los Enfermeros de los Pobres" y hombre de su máxima confianza) la difícil tarea de llevarla a cabo.

Con un grupo de 20 enfermeros se desplaza a Lisboa en 1592 y se hace cargo del Hospital Real de Todos los Santos, regido por la todopoderosa Hermandad de la Misericordia.

Bernardino de Obregón, hombre de una dilatada experiencia en la práctica enfermera, iba a seguir en los seis años que permaneció en Portugal una sistemática tarea de reforma del funcionamiento y, sobre todo, metodología enfermera, ya aplicado en los hospitales castellanos regidos por los enfermeros obregones: formación del personal sanitario al más alto nivel, dotación de equipamiento y aplicación de los principios del cuidar que había desarrollado y mejorado en sus más de treinta años de trabajo como enfermero, y que pueden resumirse en los siguientes principios:

  • Cuidado estricto de la higiene de los enfermos y el entorno hospitalario.
  • Administración de un régimen de comidas estricto y adaptado a las dolencias del enfermo.
  • Aplicación metódica de las curas y tratamientos ordenados por los médicos: aplicación rigurosa de un método de trabajo, con anotación de los procedimientos y los resultados.
  • Aplicación de cuidados basados en la triple concepción del enfermo: bio-psico-social.

Para saber más: artículos en "Híades. Revista de Historia de la Enfermería"




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